Enfoques Clave en la Era Post-COVID-19

La apnea del sueño es una enfermedad en la que la persona deja de respirar por ciclos cortos mientras duerme, existen 2 tipos principales de apnea del sueño, la primera es causada por el cierre inadecuado de los músculos de la garganta, impidiendo que el aire pase por la laringe adecuadamente, lo que causa los ronquidos, esta se denomina apnea obstructiva del sueño , y es la más frecuente. El segundo tipo de apnea, se debe a una disfunción cerebral en donde no se envían las señales adecuadas para que la persona respire mientras esta duerme, esta se denomina apnea de origen central. En esta oportunidad hablaremos de la apnea obstructiva del sueño. Es usual que las personas no sepan que tienen esta condición, o sencillamente no saben si roncan durante las noches, sin embargo, pueden despertarse varias veces en las noches sin aliento, asustadas o sobresaltadas, estos son síntomas de apnea del sueño. Los ronquidos fuertes, cansancio y somnolencia durante el día, son los principales síntomas, también la persona puede presentar dolores de cabeza frecuentes y de predominio matutino, despertares frecuentes en la noche, dificultad para concentrarse o pensar con claridad, sensación de despertar “aun cansado”. Pero… ¿cómo saber si realmente sufre de apnea del sueño? Debe consultar a su médico, para solicitar lo que se llama un estudio del sueño, en ocasiones estos estudios se pueden realizar de forma domiciliaria o en un laboratorio especializado donde el paciente deberá pasar la noche, conectado a diferentes equipos que vigilan la respiración, la frecuencia cardiaca, actividad cerebral entre otras variables. El resultado de estos estudios le dirán con certeza si presenta síndrome de apnea del sueño. ¿Qué consecuencias tiene para la salud la apnea del sueño? Las personas con apnea del sueño pueden sufrir las consecuencias del cansancio acumulativo, y son 3 veces mas propensas a los accidentes automovilísticos que las personas que no padecen esta enfermedad, Además, estudios muestran que las personas con apnea del sueño tienen mayores probabilidades de padecer hipertensión arterial, infarto al miocardio, eventos cerebrovasculares además de otros problemas cardiacos y pulmonares graves, por eso se debe diagnosticar tempranamente. Para el tratamiento de la apnea del sueño existen diferentes conductas dependiendo de la severidad de la enfermedad, la primera y más importante es la pérdida de peso en caso de tener sobrepeso u obesidad, sin embargo, este es un desafío y toma tiempo, mientras tanto se requiere ayuda para mantener las vías aéreas abiertas, para lo cual se utiliza un dispositivo llamado CPAP con una máscara para dormir que les mantiene respirando, y en casos raros se requiere de cirugía. Es importante que cada persona conozca los síntomas e identifique la posibilidad de sufrir de apnea de sueño, para consultar tempranamente a su internista, para realizar los estudios del sueño apropiados para cada persona. .

La osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos. Las personas con la enfermedad pueden romperse los huesos con demasiada facilidad, y quebrarse un hueso puede ser muy grave, especialmente si se trata de la cadera, fémur o columna, causando una difícil y prolongada recuperación o incluso la perdida de la movilidad. Es por eso que es muy importante prevenir tanto la osteoporosis como las caídas. La osteoporosis afecta predominantemente a mujeres postmenopáusicas, sin embargo, por cada 3 mujeres, 1 hombre se ve afectado, es una enfermedad cada vez más frecuente en la población adulta, cuya prevención se basa primordialmente en hábitos saludables de vida. Afortunadamente, existen tratamientos preventivos que pueden ayudar a mantener o aumentar la densidad ósea. ¿Cómo saber si tengo osteoporosis? La osteoporosis no causa síntomas hasta que se rompe un hueso. Pero su médico puede realizarle estudios, el mejor estudio se llama densitometría ósea "DXA". Es un tipo especial de radiografía. ¿Cómo mantener mis huesos sanos? Existen medidas de prevención de la osteoporosis, incluso aun ya diagnosticada la enfermedad estas medidas mejoran la calidad y salud ósea; lo que incluye consumir alimentos ricos en calcio, como leche, yogur y verduras de hojas verdes, consumo de vitamina D, ya sea añadida, como suplemento o en alimentos como el pescado, suplemento de calcio en tabletas o capsulas, mantener una adecuada actividad física, suspender el cigarrillo y limitar el consumo de alcohol. Si ya le diagnosticaron osteoporosis, hay terapias disponibles que pueden retrasar la pérdida de hueso o aumentar la densidad ósea, no olvide consultar a su internista de cabecera.

La tecnología en el cuidado médico avanza rápidamente, además, se integra en el día a día del que hacer médico y su base fundamental de facilitar la vida y el cuidado del paciente, por no decir que facilita el autocuidado de cada persona, y como en otros aspectos innovadores debe manejarse con cautela, pero con astucia. Diferentes dispositivos y apps de salud nos ayudan diariamente a mantener ritmos de vida saludables, en lo que respecta al paciente diabético, solo es cuestión de abrir el buscador para encontrar un amplio rango de estas, desde apoyo en el ejercicio, alimentación, recordatorios en el tratamiento, hasta seguimientos en el control glucométrico y conteo de carbohidratos, muchas además con la facilidad de sincronizarse además con dispositivos como smartwatch entre otros. Así, en la combinación entre dispositivo y aplicación médica, como es el caso del monitoreo de glucosa flash, con sensores como el freestyle libre o el Dexcom 5 o 6, entre otros, dispositivos que existen en el mercado para que el paciente diabético, evidentemente, cada uno con sus ventajas y por supuesto con sus limitaciones. Atributos y limitaciones que menciono en videos que he publicado en mi página y redes sociales. Pero ¿qué dicen al respecto las sociedades médicas? De acuerdo con la ADA (American Diabetes Association) ya que estos dispositivos no se encuentran regulados ni en Estados Unidos ni en Europa, mucho menos en Colombia, estos dispositivos no son considerados bajo los estándares de tratamiento ni diagnóstico médico, y esto radica en su diferencia en la exactitud de las mediciones con respecto a la glucemia capilar, y su validez clínica, secundario a su escasa evidencia científica, y en que son manipulados directamente por el paciente y cito textualmente: “la tecnología debe individualizarse en función de las necesidades, los deseos, el nivel de habilidad y la disponibilidad de dispositivos del paciente. Los sitios web de organizaciones sin fines de lucro pueden ofrecer consejos a los proveedores y pacientes para determinar la idoneidad de varias opciones”. Es decir quedan a discreción y uso responsable del paciente, y con mucha lógica el mismo paciente no debe realizar cambios de tratamiento farmacológico de acuerdo a lo observado en estos dispositivos, de hecho, el médico tampoco debe hacerlo, y aunque puede tomarlo como una referencia son otros los parámetros clínicos que se utilizan para ajustes de tratamiento y bien como ya lo había mencionado antes, es para automonitoreo, el paciente debe darse una idea del comportamiento de sus niveles de glicemia durante el día, asociado a sus actividades usuales con respecto al ejercicio etc, y para este propósito, cumplen a cabalidad su cometido, son excelentes dando una mayor perspectiva al paciente de su enfermedad, tanto paciente y familiares, toman con mayor propiedad y se empoderan de su condición, además de la comodidad que ofrece el seguimiento glucométrico con estos dispositivos. Entre las recomendaciones que la ADA ofrece en este mismo artículo, manifiesta que se debe alentar a los pacientes diabetes que utilizan regímenes de insulina intensivos a evaluar los niveles de glucosa mediante automonitorización, antes de las comidas, refrigerios, ejercicio, al acostarse, al sospechar un nivel bajo de glucosa, y antes y después de realizar labores o tareas criticas como por ejemplo conducir, en el caso de utilizar un glucómetro tradicional, esto implicaría en el paciente por lo mínimo 6 punciones en el día, si no es mucho más, lo cual sería sumamente molesto, y probablemente no con gusto lo repetiría al segundo día. Esa a mi forma de ver es una de las principales ventajas de estos dispositivos, además, siendo realistas, son pocos los pacientes que van con un glucómetro en la cartera, si en la mitad de un paseo, presentan malestar, sudoración fría, hormigueo en el rostro, visión borrosa u otro síntoma de hipoglucemia, es bastante difícil estando solo coordinar la pinchada en el dedo, ahora ni se diga de la colocación de la tirilla reactiva en el glucómetro, mientras que pasar el celular sobre el sensor es un solo movimiento, o la facilidad de ser notificado de un descenso rápido si se cuenta adicionalmente con el dispositivo del miao miao. En palabras sencillas, aunque las sociedades médicas no pueden respaldar de este tipo de dispositivos sistemáticamente, en los pacientes diabéticos, los dispositivos y sus correspondientes aplicaciones ayudan al paciente y a su familia a tener mayor control y auto cuidado de su enfermedad, mejor seguimiento de sus glucemias, y por supuesto, el no tener que pincharse los dedos, es uno de los argumentos en cuanto a calidad de vida, que he escuchado repetidamente en el consultorio. Con el tiempo estos y otros diferentes dispositivos médicos y aplicaciones seguramente modificaran nuestros hábitos diarios, y nuestras conductas así como la forma en la desarrollamos la practica médica y la interacción entre médico y paciente. BIBLIOGRAFIA 1. Asociación Americana de Diabetes, Diabetes Care 2020 Jan; 43 (Suplemento 1): S77 - S88.https://doi.org/10.2337/dc20-S007